Geometr’a y dislocamiento caracterizan la producci—n de Ana Carballosa. Con una fuerte influencia de estilos internacionales
del arte, Carballosa expresa en sus obras una misceginaci—n de valores justificada por su experiencia personal y profesional.
El expresionismo como un estilo universal del arte, con fuertes elementos culturales en los objetos representados, as’ como en
los matizes de colores utilizados, ejemplifican la conjunci—n de procesos materiales y espirituales en los trabajos de la artista.
Conceptualmente estos procesos se repiten y relacionan de forma tal que cualquier movimiento produce un desplazamiento
espacial logicamente entrelazado, teniendo como resultado final una compoisci—n equilibrada a la que podemos llamar de
escenogr‡fica, casi teatral. Si la forma denota el contorno, los bordes y define la intenci—n, Carballosa rompe las barreras de
esos l’mites en sus trabajos. Hay una continuidad discontinua que expresa una cadena de eslabones sucesivamente crecientes,
solidificando un recorrido y un proceso de reafirmaci—n y consolidaci—n art’stica.
Matizes transparentes de madurez dejan clara una permiabilida estética que nos remite a estudios primarios ( iniciales) de
dibujo, indices del resultado de la pr‡ctica y ejercicio constante de observaci—n. Estos matizes tematizan una intensa relaci—n
figura- fondo a través de la magistral utilización de contrastes de luz y colores.
Carballosa ha transitado por el mundo, adquiriendo imnumerables vivenvias. Esta mezcla de experiencias es visible de forma
soetil en las obras de la artista. Elementos y referencias de la llamada Hist—ria del Arte y sus impactos culturales dan un ton
personal de vida y pasi—n por ella a la obra de la artista.
Como una historia en movimiento, proceso en proceso que se desplaza coherentemente o en saltos entre momentos y proceso
subestimados, la producci—n de Carballosa se inserta en las actuales corrientes de la producci—n contempor‡nea, sin que los
elementos locales limiten su inclusi—n en una discusi—n internacional y actual.
Andrés I. M. Hernández
Sao Paulo, noviembre de 2008.